"Alienígenas en el Califato.
Fin de semana cordobés. Con mucho salmorejo, flamenquín, y rabo de toro. Descubrimiento del "Mercado de La Victoria". Para el que no lo conozca sólo hay que decir de él lo mismo que comentaba el Times de Lola Flores: "En ocho palabras: No canta, no baila,... no se la pierdan".
Aperitivo con mi compadre el dia antes de la carrera. Tranquilitos al inicio, hasta que un vermouth casero nos despertó el gusanillo golfo que creíamos controlado. Cerveza, gambas, jamón, queso, carne, ostras, arroz, etc... y más cerveza constituyeron nuestro almuerzo preparatorio. No queriamos faltar a la máxima de que la nutrición es importante en el deporte. Pasteles y gin tonic de postre. Ya estabamos preparados para recibir a los alienígenas. Recogimos sus bolsas y cenita con enanos en pizzeria del centro. Qué bonita está Córdoba coño!.
Tras noche con algún que otro trastorno intestinal, peor para unos que apara otros, despertamos en la fría Córdoba de Noviembre. Desayuno frugal y encuentro con la vida extraplanetaria. Lucas, Marco y Lucky. Casi ná.
Tras saludos de rigor, nos despistamos charlando y hacemos una de las salidas más sucias que recuerdo. Lucky se adelantó, ya que su ritmo y tiempos no son ya de otro mundo, sino de otra galaxia. Los Silva venían poco entrenados segun decían, pero sus genes extraterrestres jugaban en su favor. Gonzalo sin cambiar el gesto les seguia. A mí me costaba no perderlos e iba haciendo una "minigoma".
Y entonces sucedió. Se ve que en esos planetas no tienen juguetes cómo aquí. Ya al ver los globitos de 1.50 y 1.40, a mi cuñado el marciano se le encendió no se qué bombilla y se fué a por ellos. Y de que manera. Con lo barato que es un globo. Manda huevos!.
Lucas se nos había ido por delante y a David no lo veía por detrás. Sopesé en aflojar hasta que me pillará, (pues estaba cerca seguro), y seguir juntos porque el periodista y el inspector me estaban matando. Ahí que pillamos al globito de los 1.40. En un falso llano recuperé algo de resuello y "pa" la cuesta del brillante. Llegando al final nos unimos a Lucas.
Marcos iba pendiente de todo el mundo.
Igual te mira de reojo, que te choca la mano, que te da sales, ó coge agua por tí. Un angel de la guarda. Va sobrado a nuestro ritmo y se lo puede permitir.
Después del 3er avituallamiento, el terreno se endulza. Ahí vamos adelantando más gente que al principio. El ritmo constante del gallego y el marinero dan sus frutos. Voy justito, pero me esfuerzo por no perderles.
Llegando al estadio un descerebrado nos adelanta en la misma puerta empujando. Ha tenido kms y tiempo para hacerlo, pero imbéciles hay en todos sitios y con hipoxia se revelan má fácilmente. Al entrar en la pista nos giramos para la grada y allí están Mónica, Mabel, Gogui y los enanos. Realmente parecemos Tricicle. Otra a la buchaca!. No estuvo mal.
Las cervezas heladas entran solas. Hasta la próxima alienígenas!"
Gracias Jesús
Si hay alguien ahí, gracias por estar
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