jueves, 25 de abril de 2013

Así es precisamente como me siento. Para ser más concreto, sólo pretendo expresar mi gran alivio y alegría sobre el estado de mi lesión. Aunque voy poco a poco, estoy pudiendo hacer deporte casi con normalidad y sin grandes dolores de nada. Bien!!

Ayer fue una jornada intensa en cuanto a lo deportivo, 25km en bici a ritmo (o sea, ida y vuelta desde casa a Sevilla) más 10km de carrera a pie bajo un sol imponente!

Hoy no quiero abusar demasiado corriendo, cambiaré a natación más la bici.

Me gustaría contaros la gran historia que me pasó ayer mi hermano Marcos.

Adharanand Finn: 'El gran secreto de los maratonianos keniatas es una mezcla de entrenamiento intensivo, alimentación sana, descanso... Y pobreza".

En los veinte últimos años, los corredores keniatas han copado los primeros puestos de las carreras de fondo (junto con algunos etíopes). No es sólo que haya habido un puñado de atletas excepcionales. Es que, como dice el autor de este libro, si llamas por error en Kenia al teléfono de un desconocido, es muy probable que tenga un tiempo de maratón de poco más de dos horas.

Para descubrir el secreto de estos corredores, Adharanand Finn se va a vivir con su familia durante un año a Iten, un pueblo del valle del Rift donde están las mejores escuelas de atletismo del mundo.

En ellas, miles de corredores locales se entrenan cada día. Y en el libro nos va contando cómo viven, cómo corren y con qué sueñan.

¿Y el secreto? Una mezcla de entrenamiento intensivo, alimentación sana, descanso... Y pobreza. No de morirse de hambre.

Pero si como para que ganar el primer premio de un maratón en una ciudad occidental les resuelva la vida a ellos y a sus familias para siempre.

En definitiva, un libro muy interesante y ameno... y después de leerlo dan ganas de irse a pasar una temporada a Iten.

Tras ver durante años cómo los atletas keniatas ganaban las principales carreras de larga distancia en todo el mundo, Adharanand Finn emprendió la tarea de descubrir por qué son tan rápidos y, de paso, comprobar si era capaz de seguir su ritmo.

Preparó a la familia y abandonó Devon para mudarse a la pequeña ciudad de Iten, en Kenia, tierra natal de cientos de los mejores atletas del país y, sin lugar a dudas, capital mundial del atletismo.

Una vez allí, se calzó las zapatillas y se lanzó a la aventura por las pistas de tierra, corriendo en compañía de campeones olímpicos, jóvenes esperanzados y colegiales descalzos. Comió lo mismo que ellos, durmió en sus campamentos de entrenamiento y se despertó a las cinco de la mañana para salir a correr por las mismas cuestas que ellos.

Al final del camino lo esperaba el sueño de unirse a los mejores atletas de Kenia en su primer maratón, una carrera épica por el territorio de los leones, en plena llanura keniata.

Adharanand Finn es redactor de The Guardian y periodista freelance. Asimismo, escribe regularmente reportajes especiales para el citado The Guardian, The Independent y Runner's World.

Si hay alguien ahí, gracias por estar
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