viernes, 18 de enero de 2013

Finalmente ayer modifiqué el entrenamiento que tenía pensado. Cubrí una distancia algo superior (12km), y sobre todo, modifiqué el itinerario. Por poco no me cuesta un "disgusto".

Esta vez quería correr por el campo, algo cansado de asfalto, por el desgaste que supone a los rodillas y tobillos. Me calcé las zapatillas y decidí improvisar por caminos entre campos de trigo. Comencé a un ritmo rápido, quizás superior al debido, pero por el campo no le término de coger el truco al ritmo. Los 2 primeros kilómetros, pude ver más tarde en el móvil, iba por debajo de 4m05s. Cosa que después "pagaría".

Una vez salí a un camino que me era más conocido, decido continuar y hacer una vuelta grande entre Palomares y Mairena (dos pueblos cercanos al punto de salida). Cuando de repente, tuerzo y salgo del camino y me introduzco en un campo de trigo perfectamente dibujado. Preciosa la estampa, parecía un valle de "Sonrisas y lágrimas". Aunque me doy cuenta que tiene un desnivel importante y que los pies se me hunden unos 15 centímetros en cada zancada, valoro la situación y decido continuar a ver a dónde salgo. Debo reconocer que esa incertidumbre de no saber si estoy perdido y tener que buscar la salida, me seduce mucho.

La decisión estaba tomada, sigo adelante por el trigal. Cueste lo que cueste. El terreno no me permite mantener un ritmo alto, voy algo lento y cuesta continuar, la pisada se hace costosa y las zancadas se convierten en "micro-esfuerzos", aunque el paisaje y la sensación de no saber dónde exactamente llegaré, merecen la pena.

Finalmente y tras cruzar varios campos de trigo, salgo a unos 2km de mi punto de salida, con lo que reúno algo de fuerzas y acelero hasta la llegada. Me ha gustado la salida de hoy, ha sido diferente. Tiendo a hacer los mismos circuitos casi siempre para poder medir con más exactitud mi rendimiento, pero al menos una vez a la semana, cambio el itinerario y me "aventuro" en busca de sensaciones.

Hoy toca sesión larga de running, 20km!

Algunos conoceréis la historia ya, pero dejo la foto de Ricardo Abad. Un español que ha logrado el récord Guinness como MatathonMan. Ha cubierto la friolera de 500 maratones en 500 días. No ha fallado ni un sólo día. Lo más increíble es que por la mañana trabaja en una fábrica. Y encuentra siempre las 4 horas que necesita para conseguir terminar la distancia de 42,195km. 21.100km en 500 días.

Si hay alguien por ahí, gracias por estar
Clic


1 comentarios:

  1. Magnífico Lucas... yo hago algo parecido cuando entreno...me gusta salir de la "rutina" de entrenamiento por asfalto y me "pierdo" en los caminos de tierra que hay cerca de casa... Cuando quieras hacemos una tirada suave para disfrutar del campo juntos... seguro que se nos une algún Chivo que otro !!!!

    Un abrazo apretando, amigo !!!

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